Paseando (Libre)

Estaba tan cansada de ir un lado al otro... que quise ir a la playa y pasear y quitarme el pensamiento que no encontraria a nadie de mi especie, pero no perdía la esperanza de encontrar a alguién que se parezca a mí.. o por lo menos que me diga algo, porque perdía ya la fe... pero no sabía ni porque estaba pensando en eso, si yo tenía mucha, segía caminando... poco a poco, hasta encontrarme un pequeño árbol que hacía de banco y me sente, a esperar... De mientras que encendia un cigarrillo para relajarme .

La vida del otro lado de Forks comúnmente era pacifica y divertida, tanto para mí, como para cualquiera que husmeara por el lugar. Es decir; la gente de la Reserva, mi gente, parecía tener una sonrisa firmemente arraigada en los labios, como si todo el mundo gozara de matices de colores de los cuales solo ellos estuvieran enterados. Todos, excepto yo.

El camino fue corto ya que aceleré al paso a tal velocidad que cualquier humano jamás alcanzaría, aunque claro, para mantener la total discreción decidí que era mejor ir por el bosque. Llegué a la playa y empezé a caminar con demasiada lentitud: como si examinara cada paso que otorgaba. Paseé por la formación donde solía estar con Bella. La extrañaba, sí. ¡Malditos chupasangres! ¡Maldita cruel realidad!

Dejé pasar el tema e intenté despistar mis pensamientos porque seguramente terminaría volviéndome loco si seguía carcomiéndome las entrañas día sí y día también. En dos movimientos, me despojé de los zapatos y me incliné para tomarlos con la mano. Una persona se cruzó por mi mirada. Era una joven de cabello rubio destellante, cuya fuerza era capaz de eclipsar hasta los rayos del sol. Estaba sentada en un tronco de árbol, su vista se perdía por el paraje; como segundos antes lo hacía la mía.

Se veía tan sola... como yo.

No podía ser difícil hablar con alguien que no fuera de la Reserva. Porque en definitiva, esa chica no lo era, yo conocía a toda persona nacida ahí y su rostro, simplemente no me era familiar; además, de que sus rasgos eran delicados y su piel era blanca. Un momento, su presencia, su olor... ¿era una licántropa? Repetí una conversación ficticia en mi cabeza, en busca de cuales palabras sonarían mejor, pero ninguna parecía ser juiciosa o tener demasiado sentido si la analizaba de nuevo.

Resoplé. ¿Por qué se me daba tan bien complicar las cosas? Era increíble... No lo pensé más. Me encaminé hacia ella y me detuve en frente, interceptando el sol al hacerle sombra con mi enorme cuerpo. Vale, Jacob. Es nueva, así que supongo que tendrás que presentarte y todo ese rollo... - Ey, hola. ¿Eres nueva por aquí, verdad? - Perfecto, menuda pregunta, no se me podía ocurrir nada mejor. Compuse una mueca de desagrado mientras enfocaba mi vista hacia su cigarrillo: no podía pasar por alto aquel asqueroso olor a nicotina. Esperaba que captase mi mensaje, si no, me pondría en plan brusco con ella.

Vi un chico alto.. y que me tapo el sol que poco quedaba para que mi piel tomara color, y percibi una sombra... y me pregunto si era nueva, exacto lo era... le fulmune por ser mal educado... de mientras se me ocurrio suspirar y apague el cigarrilo.-

Si... soy nueva ¿No te han enseñado morales? -

Pregunte mientras que mi rostro cambio... a algo seria ya que no era... tan amable por acercase a mí suspire nuevamente y me dedique a presentarme -

Me llamo Lucia Stefent, pero para "los amigos" Lucy -

Dije haciendo unas comillas con las manos, ya que podríamos tener una gran amistad si él mismo se dejará y se presentara... al volver a suspirar, y en mi cabeza... rondo la preguna que hizo antes hice una gesto de enfadada... y pregunte por su nombre. -

¿Y tú nombre es?

Pregunte cruzandome de brazos, esperando su respuesta. Sabiendo que era un licántropo y él también lo era, y no entendia el porque me hablo de esa forma, ya que no le hice nada... Espere a que contestara...

La voz de la chica se hizo presente tras un momento de confusión en su rostro y, me dediqué a examinarla con descaro y desconfianza. ¿Modales? ¡Já! ¿qué se creía? ¿se dedicaba a hablar de modales cuando era ella la que se encendía un cigarrillo tan pancha en la playa? - No creo que seas la indicada para hablar de modales tan a la ligera, loba paliducha. - Le recriminé mientras me encogía de hombros: otorgándome el puesto de la viva imagen de la despreocupación.

"Para los amigos Lucy."

Oh, vaya... tendría que quedarme con su nombre completo entonces. - Supongo que como se dice en estos casos, encantado. - Enfaticé la última palabra, sin apartar mis ojos oscuros como el carbón de la rubia. ¿Seguiría mucho más tiempo sentada? Empezaba a dolerme el cuello al mantener aquella incómoda posición. Eché un paso hacia atrás para tener una mejor panorámica y facilidad para observarla. La licántropa desconocida preguntó por mi nombre con los brazos cruzados, y me dediqué a encarar una ceja con perseverancia. ¿Se habría enfadado? Puse los ojos en blanco durante unos segundos apenas perceptibles y me crucé de brazos adoptando su misma posición, dejando escapar un hosco suspiro.

Si no quería ganarme una enemiga más y añadirla en mi lista negra de relaciones, tenía que dejar mi mal humor de lado e intentar parecer el chico más simpático del universo, -literalmente hablando, claro-. - Soy Jacob Black. - Una fugaz pero forzada sonrisa se cruzó durante unas milésimas de segundo por mi rostro. No confiaba en ella, es decir: hacía tiempo que no confiaba en nadie aunque fuese incluso de mi raza. No podía sentirme cómodo con su compañía cuando no sabía absolutamente nada sobre ella ni de sus intenciones. - Dejémonos de tonterías, ¿qué te trae por aquí? - Pregunté en un tono de voz amenazante. Así era yo; directo y tajante.

Le mire.. y miré el cigarrillo y busque un cartel que pusiera "prohibo fumar" pero no había nada.. de nada se puso más tenso de lo normal no de en levantarme para estrecharle la mano en plan "encantada" le mire nuevamente a los ojos despues de levantarme ligeramente -
No pone un prohibido fumar... -
Comente seriamente mientras que ya estaba levantada estando cerca de él, me apreto la mano y le dije - Encantada Jacob -
Murmuré con una sonrisa no forzada en mi rosto, no iba a dejar que él mismo me umillara de esa forma ya que estaba un poco borde y yo no entendía el porque ni me hacía falta... al escuchar

"dejemos de tonterías y que me atraia por aquí"
Me cabreo un poco.. porque yo presizamente buscaba a mi manda que me salbo la vida y eran los Quileute, ya que posiblemente el me podría decir donde encontrarlos... así explique un poco mi vida -
Me salbarón la vida un grupito de lobos llamado Quileute - Empece a explicar poco a poco mi voz se iba crevando... -
Creo que el que me salbo se llama Billy, un hombre con sillas de ruedas y me gustaría encontrarlo, para agradecerle que me salbo - Suspiré al recordarlo y espere a que reacionara que no era... tan mala persona - Y quiero que sepas que no soy desconfiada... - Murmuré y arque una ceja enfadandome.. y cruce de brazos.

Al fin se indignó en levantarse, pero el problema fue cuando alzó la mano en plan presentación. ¿No le había dicho que nos dejáramos ya de tonterías y fuésemos al grano? "Venga Jacob, es rubia... ahí estaba la respuesta". Se la estreché con mi enorme manaza -sujetando su mano más tiempo de lo debido- y, sin dejar de escrutar en su mirada con los ojos entrecerrados. - Lo sé, pero mi familia y yo vivimos desde hace décadas aquí. En palabras para que lo entiendas mejor, loba: es nuestra playa. - Solté su mano sin cambiar la expresión del rostro, impaciente para que me respondiese aquello que quería escuchar. ¡Habla, licántropa!

"Me salvaron la vida un grupito de lobos llamado Quileute."

¿¡Qué!? No era posible... un momento... y, ¿por qué no?

Mis expresiones faciales pasaron desde la sorpresa momentánea hasta enfatizar nuevamente el gesto. Dejé que proseguiera y ahora sí: no supe si reírme a carcajadas o seguir con esa expresión y posición a la defensiva que se había vuelto casi monótona en mi persona cuando mi mejor amiga... bueno, en ocasiones como esta, es mejor cambiar la trayectoria de los pensamientos. Así que opté por soltar una enorme carcajada, interceptando el resto de sus palabras -en el caso que no fuese parado de hablar-.

Pude... apreciar, que reír después de tanto tiempo hizo que una extraña calidez se cruzara por mi pecho. Era una sensación bastante agradable, tendría que hacerlo más a menudo. - Vale licántropa, supongamos que te creo... - Respiré hondamente, borrando la sonrisa que se había formado en mi rostro para situarme de nuevo en el parloteo. - Si ese fuese el caso, estaríamos hablando de una persona que yo conozco a la perfección. - La miré a los ojos para hacerme una idea de su expresión. - Básicamente porque la persona que buscas, Billy Black, es mi padre. - ¿Reírme de nuevo? Podría hacerlo, sin embargo, quería ver su reacción y reírme en consecuencia. La diversión estaba asegurada.

Segía frustada... ya que él estaba a punto de picarme convertirme e irme corriendo ya que estaba muy tensa y él también, era la cosa que empezaba a odiar por minutos, si, era rubia pero eso me daba igual le mire desafiante despues que dijo Billy Black efectivamente podría ser su padre. ¿Como es que él era tan frío? ¡Maldito Licántropo masculino! ¿Qué cojones hacía hablando con él? ¡¿Porque me hablava de esa forma?! Me puse más fría que él y aun así mantenía mi mirada desafiante a sus ojos -

¿Billy Black? Efectivamente es él! -
Dije con una voz algo alta de lo normal, ya que empece a recordar nuevamente la triste historia de mí.... - Quiero agradecerle que me salbo la vida, si eres tú un desconfiado por los demas licántropos no es mi problema, pero yo vengo a resorver el mio.... -

Murmuré mirandole seria de lo normal, vi su reación que tenía en su rostro "parecía que iba a reirse" Y eso no me hacía ninguna gracia... me pregunte a mi misma ¿Será su padre igual que él? Lo dude por un segundo, no tenía ganas de pelear así que le dije -
Mira... chaval simplemente quería eso y nada más, quería que me explicará haber si conocia mi otra manada, fui adoptada por una temporada hasta cumplir mis 23 años, pero me marche porque quería encontrar el amor, pero no lo encontré y quise volver para pedirle perdón ya que la vida me ha dado muchos problemas... -

Explique ¿Pero que le importaba a él? Basicamente ¡nada! Grite en mente mientras que seguí mirandole.. y el segía alzando ceja por ceja mientras que yo explicaba ... la versión de mi vida o parte de ella... era tan frío que me sentía insegura de mi misma, no de vi.. hablar con él, estaba a punto de marcharme así que me di la vuelta... y espere su reación para ver como actuaba pero sabía que le daría igual.... me volvi a mirarlo y le comente por ultima vez -
Quiero agradecerle que gracias a él me ayudo mucho. -

Y al decir eso, me gire nuevamente para empezar a caminar... cosa que su reacion seria "Oh... se va genial" Pero a mí me daba igual si era esa su reacción ya que las cosas no iban bien y quería convertirme para quitar mi furia de encima... Iba caminando poco a poco y en pocos minutos lo tenía a mi lado nuevamente esperando a que su reacion fuera "Perdona si?" "No era mi .. intención umiyarte" Ya que me umiyo... demasiado y no quería estar ningun minuto más.

Aquella mirada desafiante que mantenía la loba paliducha me la pasaba prácticamente por alto. No negaba que mi "buen recibimiento" no tuviese algo de culpa, sin embargo la primera impresión de ella no me había agradado ni lo más mínimo: fumar + Jacob Black es incompatible.

"¿Billy Black? Efectivamente es él!"

Rodé los ojos y retení en la garganta un bufido de puro hastío. Ahora sí podía considerarme como hombre muerto; si mi padre se enteraba que había tratado así a una persona que él había salvado o protegido o dios sabe qué, y su hijo se dedicaba a fastidiarle el día... como mínimo recibiría un buen golpe. La licantropa retomó el rumbo de la conversación pillándome desprevenido con mis problemas internos que pronto tendrían lugar. "Adoptada, veintitrés años" "marchar, buscar el amor" compuse una mueca ante la última palabra y, lo último que logré captar de todo aquel monólogo, fue que había venido para darle las grácias a mi padre ya que éste le ayudó mucho.

Fruncí el ceño mientras me pasa una mano por el pelo negro observando como se dedicaba a alejarse de mí. Habían cosas que no lograban encajar en mi cabeza, la más principal: ¿por qué mi padre no me había comentado nada acerca de todo esto? Cuando llegase a casa le pediría una buena explicación. Al centrar mis ojos oscuros en la rubia que se alejaba, no me quedó otra alternativa que dar un par de zancadas hacia ella para alcanzarla. Si no quería recibir la bronca del siglo en mi casa, -aunque ya estaba más que asegurada- debería de disculparme o algo así.

- Eh, vamos... espera. - Me coloqué a su costado e incliné la cabeza -por la gran diferencia de altura- para observarla. - Me he pasado... un poco. - Genial Jacob, el orgullo ante todo. - No hemos empezado con buen pie, ¿quieres que te lleve hasta mi padre? ¿o, antes de eso quieres un guía turístico de La Push? Conozco este lugar como la palma de mi mano. - Le dediqué una media sonrisa, ¿se creería este repentino cambio? Era difícil: de un momento a otro había pasado de ser el capullo del universo al más buenazo.

Suspiré al ver que ya estaba a mi lado para decirme
"Me he pasado un poco", Y si ... solo fuera eso, porque entoeria sea pasado bastante, pero no importaba porque luego dijo "eh.. vamos espera", ahí me pare al estar frente a él suspiré y me preegunté ¿"Ahora que quiere"? Al recordar lo que dijo de que posiblemente me llevaría asta su padre y que despues haber si quería un guia turistico sobre La Push, no me vendría nada mal... Suspire, al recordar que dijo que se había pasado y si... la verdad es que sí, suspire.-
No pasa nada... supongo que es normal desconfiar- Dije mirandole a los ojos.

Sonrei una sonrisa forzada pero aun así no deje de mirarle ya que dijo que posiblemente me llevaría a ver a su padre, lo quería demasiado ya que me salbarón, si ... mi cabeza se repite tanto, pero es que cuando alguién me ayuda yo quiero ayudar, y quería una familia, ya que ellos me adobtaron cuando tenía los 15 años y no entendí porque me fuí, bueno.. bueno sí lo entendí proque quería ignorar que era licántropo y quería buscar el amor.. pero puf... no debí irme, ya que no sabía que me esperaba después de la marcha... Y lo eche mucho de menos... suspire y volvi a sonreir pero esta vez una sonrisa ligera -

Esta bien te perdono si vas hacer de guia
Dije sonriendole y el también me devolvio la sonrisa y el mismo también sonrio, suspire al recordar que me llevaría a ver a su padre. -
¿Me llevaras a ver a tu padre de verdad? -
Pregunte algo entusiasmada.

"No pasa nada... supongo que es normal desconfiar"

Le dediqué una simple mirada, llena de pasotismo. ¿El motivo? Porque tanto ella y yo sabíamos que desconfiar de este modo no era muy normal que digamos, sin embargo, si yo no conocía su historia al detalle, implicaba que ella tampoco sabía mi historia... de algún que otro modo yo tenía mi razón por desconfiar de las personas, y ella por no entenderme a mí. Un empate en el que ninguno de los dos saldría ganando.

- Yo no he pedido tu perdón, loba. - Solté sin rodeos siguiendo sus pasos, a la vez que centraba mis ojos unos instantes en la arena; suave, cálida -al menos para mí-. Elevé la mirada hacia el cielo: las primeras nubes empezaban a aparecer, se arremolinaban unas cuantas blanquecinas y otras en tonos grisáceos. Quizás llovería más tarde. Cosas inexplicables de la naturaleza. Suspiré con resignación; cosas inexplicables de Forks. No me lo había planteado jamás pero, las miles de cosas que cambiarían si este lugar fuese sido uno de los más soleados de EE.UU.

"¿Me llevaras a ver a tu padre de verdad?"

Me encogí de hombros con indiferencia, como si no tuviese más remedio que aceptar. Pero al ver aquella sonrisa entusiasmada con la capacidad de iluminar toda la playa no contuve en curvar los labios en una suave sonrisa. - Claro, podemos esperarle en mi casa, ya que a estas horas estará mirando un partido con un amigo que vive en Forks. Además, pronto empezará a llover y es mejor dejar la caminata para otro momento. ¿Qué dices? - Propuse mientras cedía el paso, en ese caso tendríamos que dar media vuelta.

Suspire ante su reacción ya que lo miraba con normalidad, y de pronto salio una sonrisa y sin forzarla, ya que era normal, el tan serio y yo por dentro cagadita de miedo, pero aun así me alegro dijo "¿Qué me dices?" y yo no dude en mirarlo sonriendole -
Lo sé que no me pediste perdón pero te recuerdo que dijiste que te habias pasado -
Le hice recordar y de pronto volvió mi sonrisa -
Esta bien vayamos a tu casa y esperamos a tu padre -

Mi cabeza miro hacía donde teniamos que ir... ya que andaba un poco perdida y mi cabeza solo hacía preguntas ¿Me reconocerá? ¿Sabrá quién soy? ¿Me echara por volver tarde? Suspiré por preguntarme esas tonterías que tenía... pero era algo normal, mi vida se baso en ser licántropo y a los 23 aun no estaba madura para salir a la calle y ahora... se preguntaría el mismo porque demonios volví. Pero aun así mi corazón latia de alegría ya que quería verlo y abrazarlo, bueno... sí, si creo que podré abrazarlo si él mismo se deja: Semejantes pensamientos ¿Porque demonios rondais por mi cabeza?! Pregunte mientras que pensaba, Jacob me estaba mirando de una marena que ni el mismo sabría lo que yo pensaba... Alzo una ceja y vi como suspiro, estaba aun cerrada en mis pensamientos mientras que me salió -
Creo que tu padre me matará cuando me vea entrar... -

Dije suspirando profundamente, ya que fuí yo misma que me largue de allí... y me arrepentía el corazón latía más y más, hasta que estube a punto de sentir como me desmayaba de la emoción... mi fuerza me abundava y cada vez más... no sentía el porque me estaba mareando pero pude notar la reación de Jacob... al cogerme cerre los ojos para no caerme, y pude notar una mano en mi espalda, sí era él Jacob Black el que me sujetaba para que no me callera, notaba que poco a poco... quise decir una cosa... - Quiero que tu ... tu.. pa...pa...dre..me.... - La voz se iba quebrando y acabando cada vez que me iba desmayando, se me olvidó no comer durante 3 días estando de busqueda, a mi manada y al fin vi a Jacob que me miró mal... note que me caía.. y él fuertemente me sujeto.... sentandome y no dudo en preguntarme. Espere a reaccionar pero no había manera...

"Esta bien vayamos a tu casa y esperamos a tu padre."

Ladeé la cabeza hacia la nueva dirección que debíamos tomar en cuanto aceptó mi sugerencia. Me encaminé hasta que de pronto y, sin ningún motivo aparente, quedó prácticamente fija en ese punto, sin mover los pies de la arena, como si algo la obstuyese para no avanzar. Fruncí el entrecejo y me detuve de golpe después de dar los primeros cinco pasos; sin quitarle la vista de encima. ¿Qué le pasaba a esta loba? - ¿Algún problema? - Inquirí con la confusión dibujada en cada uno delos poros que componían mi rostro.

Me acerqué a ella cautelosamente ya que no atinaba a decirme nada. ¿Era muy ridículo pensar que tanto fumar le había nublado la mente? Núnca entendería a las mujeres, eso era un hecho más que comprobado. Y las mujeres lobas no eran la excepción. Me impulsé hacia ella en un acto reflejo y cayó tendida en mis brazos, sirviéndole de mesa humana o algo por el estilo. La sujeté por la espalda con mis enormes manazas y la observé, ahora sí, alarmado.

"Quiero que tu ... tu.. pa...pa...dre..me...."

- ¡Eh! espera, ¿qué? Venga rubia, responde... - Cerré los ojos y suspiré pesadamente: se había desmayado. La cargué en brazos con una extrema facilidad y me encaminé hasta mi casa.


Off-rol: En breve abro el post en casa de los Black.