Luna llena [Alec]

No había mucho que hacer esa noche en el castillo. Jane andaba algo ocupada, Aro le habría encargado algo. Lo cierto es que me aburría enormemente. A causa de la predilección de Aro por Jane y por mí no tenía demasiados amigos en la guardia, pero no me importaba demasiado.
Sin saber muy bien que hacer salí del castillo sin ninguna dirección en especial. Ya se me ocurriría algo. De momento dejaba que mis pies me guiaran. Caminaba a paso ligero, pero cuando llegué al parque aminoré el paso.

Mis ojos recorrieron el lugar y mi olfato captó el olor de uno de los míos. Busqué con mi mirada y detuve la vista en uno de los bancos. Allí estaba esa chica que había venido con los Cullen semanas atrás. Me acerqué a paso lento. La luna iluminaba la figura de Bella, encogida encima del banco.
-Bonita noche -susurré con una sonrisa de lado- ¿Escapando del castillo? -añadí mirándola. Bella no parecía acostumbrarse del todo a Volterra, y me extrañaba verla sola- ¿Esperas a alguien?

Subí de un salto al respaldo del banco, quedándome en cuclillas encima. Sonreí mirando a Bella y escuché lo que dijo sobre que necesitaba salir.
-Bueno, el castillo a veces se hace un poco pesado, pero terminas acostumbrándote -susurré mirando alrededor. No percibía ningún presencia más por allí, aparte de la de Bella- Además siempre están los jardines y alrededores.
Casi todos los miembros de la guardia albergaban alguna reticiencia hacia Bella, quizá por su poder, pero a mi no me importaba, quizá porque no me preocupaba demasiado en relacionarme con casi nadie.

Sonreí cuando dijo que si había ido a cazar.
-Mis métodos de caza son menos... -dije pensativo, buscando la palabra adecuada- sofisticados que los de Heidi -sonreí divertido- Así que prefiero no cazar demasiado fuera del castillo.
De otro salto me senté en el banco, al lado de Bella.
-¿Y cómo te va por aquí? -pregunté amable. A Aro le interesaba esa vampiresa, y no me costaba ser amable si podía ayudar a reclutarla.

La dieta era algo que jamás me había preocupado. Claro que yo me había formado con los Vulturi y no con los Cullen. No entendía ese rechazo de los Cullen a la sangre humana. Estaba en nuestra naturaleza, y no podíamos evitarlo. De hecho era ir contra nuestros principios intentar no alimentarse de humanos.
Sonreí mirando a Bella. ¿En serio estaba consultándome a mí sobre qué era lo correcto y que no lo era?
-Yo no distingo si alimentarme de humanos es correcto o no -suspiré sin entender del todo a Bella- Es algo que hago porque lo tengo que hacer, porque va en mi naturaleza. Y la verdad, no creo que sea para tanto. Al fin y al cabo terminarán muriendo -sonreí con malicia mirándola.
-Es normal no poderse controlar cuando eres neófito -dije sin desviar la mirada de su rostro, con expresión inescrutable- Lo que no es normal es querer controlarse.
Negué con la cabeza cuando dijo que me estaba aburriendo.
-Para nada. Al contrario -dije elegántemente- Es bastante interesante...
Me encogí de hombros cuando me preguntó que hacía allí.
-Tenía un rato de descanso y no sabía qué hacer...

Sonreí cuando dijo que era el primero que decía que su situación era interesante.
-Bueno, no me interpretes mal -dije con cierta malicia- No es que me parezca interesante que tengas remordimientos, o que te cueste comer humanos. Lo más interesante es que seas capaz de controlar tanto tus impulsos siendo neófita -musité. Era increíble que en Volterra pudiera tener tanto control.

Notaba que seguía teniendo dudas. Aro estaba empeñado en unirla a la guardia, y sabía que sería una buena incorporación. Pero con tantas dudas acabaría cansándonos a todos. Decidí dejar ese tema por el momento.
Mis ojos se detuvieron un momento en los suyos, intentando descifrar que había en ellos. Bella era todo un misterio. Y era una auténtica lástima que tuviera tantos problemas para decidirse.
-Bueno, últimamente no tenemos mucho trabajo -sonreí cuando preguntó si había descansos- Así que aprovecho los pocos ratos libres que tengo para estar por ahí. -me encogí de hombros- ¿Qué te parece la guardia? -pregunté con cierto toque de orgullo. Aunque a mi parecer había algunos miembros de la guardia que sobraban, en general hacíamos un buen trabajo.