Huelga (Athenadora, Aro, Caius, Marcus y la guardia Vulturi)

llegamos y me puse junto a sulpi le ayude a colocar los carteles
y despues tome el que yo tenia al parecer creo qu eno habia nadie en esa sala ni por
los pasillos
a esperar entonces comenzamos a acomodar un poco mas mientras llegan
le dije con una media sonrisa en el rostro

por mas que sulpicia me escondiera ese que estaba sintiendo en estos momentos era imposible ya quela conocia de ase mucho y no melo podia ocultar
se perfectamente lo que sientes asi que pues ya no hay nada que hacer ellos nos han obligado a tomar esta decicion
le dije y deje de lado mi cartel y me diriji asia ella y le di un abrazo
tan cariñoso ya que por mas que queria esconder mi angusti ano podia y esto me causaba tanto dolor como a sulpi

mientras sulpicia se iba retirando lentamente me dirijio una mirada y me dijo su nueva idea me quede como admirada AMABA SUS IDEAS!!! pero claro eso era lo que necesitabamos un lugar en la sala del trono perfectamente
claro que sii eso es lo mejor es perfectamente increible
dije muy emocionada casi brincaba y le di otro abrazo corto esa era la mejor ideaa del mundoo y asi tendriamos mas oportunidad de echar a romina serian dos pajaros de un tiro
seria otra buena idea si nos dan el lugar seria mas facil echar a romina de los vulturis
le dije con una enorme sonrisa

La noche anterior habia estado paseando por los jardínes y para mi fortuna o desgracia me habia encontrado encontrado a Romina, habia sido una "velada" por asi decirlo buena, había podido conocer un poco más de ella, por que a pesar de no demostrarlo me intrigaba más que nada su forma de ser, aunque por fuera pareciera igual que todas no sabía por que algo me decía que por dentro era diferente..algo.. igual a mi, aunque me costara decirlo yo era un persona totalmente diferente a como me mostraba por fuera, el verdadero Marcus estaba sepultado en lo más fondo desde que mi esposa habia muerto y el Marcus duro y apático salia a la luz con los demás.

Aquel día habia decidido ir a la Sala del Trono, solía relajarme ahí, asi que fue lo primero que hice por que fue lo primero que se me ocurrió para pensar en lo que había pasado.
Cuando estaba lo suficientemente cerca pude distinguir los efluvios de Sulpicia y Athenadora, eran inconfundibles para mí, estaban igual en la Sala del Trono.

Sinceramente no me importo que estuvieran haciendo solo abrí la puerta y en mi rostro apareció una sonrisa, como si las hubiera descubierto en algo malo que estuvieran haciendo. Lo primeo que vi al entrar fueron unos letreros que ni me inmuté en leer, fuí directo hacia ellas y saludé a las dos.

- ¿Que tal queridas? - saludé para después ir a sentarme en mi silla - ¿Qué estan planeando con.. todo esto? - pregunté, señalando los letreros con cara de disgusto

estabamos platicando sulpi y yo de que si llegaramos a ser lideres vulturis sacariamos a romina de aii pero que si de inmediato cuado depronto de la nada nos salio marcus y entro en la sala del trono como si nada ignorando nuestros letreros que le sudedia acaso no sabia leer a pesar de que sulpicia se porqot bien con el bueno ni tanto yo me porque un poco mas grosera ya que me habia molestado que ignorara todo esto
acaso no sabes leer marcus?
le dije u npoco molesta que le sucedia a este hombre

sulpi se puso a lado mio cuando entro aro asi que de primero me quede atontada pero reaccione e imite sus ademanesy acabamos de brazos cruzados las dos pero claro que era obvio que no sabian leer y mucho menos escuchar
exactamente aro y marcus estamos en huelga y si nos arian el favor de salir de aqui hasta que esto termine ya que no estamos de muy buen humor que digamos
dije e ise una cara de pocoa amigos pero resulto mas un como de puchero

Las miré con una sonrisa torcida en el rostro, verlas "enfadadas" por haber "interrumpido" su huelga.. o intengo de huelga me daba risa, aunque solo lo demostraba con aquella sonrisa.
No respondi a sus comentarios solo asentí levemente con la cabeza pero sin hacer nada para darles gusto y alguna razón.

Segundos después mi hermano aparecio, entrando por la puerta igual que yo unos minutos antes, sin importarle los carteles que ahi se ayaban, lo saludé con el mismo gesto y sonreí de nuevo ahora con una sonrisa burlona, pero esta se boro ante los comentarios de las esposas de mis hermanos.

Me levanté rapidamente.

- Necesitamos su don - dije serio - Asi que esta huelga es una basura

Aún estaba de pie cuando Sulpicia se acerco sigilosa y lentamente hasta mí, tenía una idea de lo que me diría pero me quedé de pie, esperando su reaccion sin importar lo que dijera asi me quedaria y seguiria en mi postura de no dejar que Romina se fuera.

Empezó a golpetear mi pecho con su dedo índice y me quedé ahí viendola directamente a los ojos, retandola a que dijera lo que tuviese que decir, entrecerré los ojos al oír que según ella, Romina me tenía en sus redes, no lo creía, que sintiera cierto interés por ella por saber por que era de aquella forma no significaba que me tuviera entre sus redes.

Pero ella siguió hablando y su comentarios seguidos dolieron como nunca, el solo nombre de Didyme me hacía... sentirme mal, enfermo, el dolor de su perdida aún no era borrado, Sulpicia sabía que estaba dando en mi punto debil y era lo que queria.

- No sabes lo que dices - susurré tenso - Ni siquiera tiene sentido el tema de que Romina me tiene atrapado.. no tiene ni fundamentos - dije alzando la voz - No te atrevas a mencionar a Didyme de nuevo - dije enfadado

Sulpicia se acercó de nuevo a mí y esperé un nuevo comentario a como le habia hablado y demás, estaba listo para lo que viniera, siendo de Didyme o no, sabría que responderle sin duda, pero no resibí nada más que un abrazo de su parte, lo que me hizo dudar un poco de cual era su objetivo, escondío su rostro en mi cuello y dudé en responderle el abrazo, ¿cual era su intencion?
Conocía a Sulpicia bien, como todos tenía sus armas para lograr lo que quería y no podía negar que eran buenas y nuestro lazo afectivo era fuerte solo que ella lo demostraba más que yo.

Sus palabras me hicieron entender el por que de sus palabras y suspiré, para después rodearla con mis brazos.

- De acuerdo - dije por fin, para después soltarla - Solo quiero que quede claro que tampoco me gustaría que tu te fueras Sulpicia - dije dejando de un lado mi forma frecuente de hablar

al notar que marcus habia defendido a esa zorra de un momento a otro sulpicia se abia enfadado demaciado creo que lo que dijo no lo queria decir bueno yo si lo ubiera echo que le susedia defender a esa zorra que le pasa despues sulpi se volvio un poco seria y se iso un lio al enfadarse le dio a elegir a aro entre ella o romina asi que me aserque a ella y le dije en voz pasiva
calma querida
pero lo dije en voz bajaque solo pudiera escuchar ella

Obsevé apenas con la mirada como Sulpicia se dirigia al asiento de mi hermano Caius y esboze una sonrisa al imaginar bagamente lo que pediria en unos cuantos segundos, no era dificil de descifrar.

Dirigí una mirada a mi hermano Aro y negué con la cabeza como si aquello no fuera posible, como si no fuera verdad. Posteriormente me senté en mi lugar y suspiré.

- No puedo creer esto - dije aun con la sonrisa burlona, la cual desaparecio al instante - En mi opinión serían mucha distracción y las mujeres.. puden causar ciertos.. problemas - dije mirando a Sulpicia a los ojos - Pero claro la última palabra a tiene Aro