Liberando mi mente

Mensajes : 69 Fecha de inscripción : 20/05/2010

Estaba aburrido por el castillo, estaba esperando ansiosamente que Aro me mandara a otra caceria o investigacion, era bastante entretenido hacer de espia ,pero ultimamente parecia que no habia mucho trabajo. Y con caceria, ya le bastaba con Heidi. por otro lado, no era tan malo solo por una cosa: Isabella Swan. Poder permanecer en el castillo era poder verla mas seguido, y eso definitivamente lo agradecia. Si me iba, solo estaria ella torturando mis pensamientos,volviendome loco.camine por los pasillos hasta llegar a la sala de estar. Generalmente a esa hora estaba vacio, pero mas tarde la mayoria de la guardia pasaba un rato en ese lugar. Al ver la soledad de la sala, no me extraño, simplemente me abuse de ella.

Entre en la sala, era uno de mis lugares favoritos del castillo. no solo por sus comodidades,si no que alli realmente se respiraba Arte puro en toda expresion. Me acerque a un mueble, y puse algo de musica clasica en el equipo , eso faltaba aqui:musica. Ahora si,todo estaba perfecto. Busque en mi cajon del mueble un interesante cuaderno de dibujo y mis lapices , antes de recostarme en el mejor sillon que alli habia solo porque era mas facil dibujar en esa postura . me relaje y deje salir de mi toda la inspiracion... inspiracion que me regalaba solo una divinidad, solo una Musa: Bella.

Tema: Re: Liberando mi mente Dom Mayo 23, 2010 9:20 pm

Había salido en una expedición de caza, de nuevo solo pues no había logrado todavía hacer entrar a Bella en razón, pero tenía la esperanza y confiaba en que ella entrase en razón en algún momento y se diese cuenta de que lo correcto era adoptar la dieta vegetariana y no ira a lo fácil como hacían los Vulturi. Mi cacería fue de lo mas frustrante ya que por lo visto los animalitos del bosque habituados a vivir en paz y tranquilidad sin ningún depredador que los acechase ya habían aprendido que por la noche había que esconderse y no encontraba nada apetecible. Acabé por alimentarme de un dichoso ciervo, pequeño, herbívoro y para nada algo saciante, así que como era de esperar regresé de muy mal humor.

Entré al castillo murmurando insensateces por lo bajo mientras maldecía a los dichosos animales del bosque y a mi conciencia por no permitirme a mi mismo alimentarme de algún humano, simplemente estaba muy frustrado y algo cabreado con el mundo entero. Mientras caminaba por los pasillos, dispuesto a ir a la habitación, llegó a mis oídos la dulce melodía de una composición clásica, la música que amansa las fieras o al menos esa era mi firme opinión al respecto. Me encaminé a la sala de estar que al parecer era de donde provenía la música, entonces me arrepentí tremendamente de haberlo echo pues el efluvio que llegó a mi era el del dichoso Vulturi que acosaba a Bella. Ya era tarde para darme la vuelta y no quedar como un maleducado, así que no me quedó mas remedio que continuar mi camino adentrándome en la sala, hasta que lo pude ver con mis propios ojos, echado sobre un sofá dibujando en un cuaderno. Tenía intención de ignorarlo, pero sus pensamientos hacían eco en mi mente una y otra vez, siempre el mismo tema, Bella, mi Bella. -¿No tienes nada más en que pensar? -mascullé mientras me sentaba en un sofá contiguo al suyo, intentando conservar mi serenidad y lo miré alzando una ceja con condescendencia.

Mensajes : 69 Fecha de inscripción : 20/05/2010

Estaba concentrado dibujando en mi cuaderno, que la verdad, ya le quedaban pocas hojas. Casi todo el block estaba ocupado y nunca me habia sentido tan inspirado con anterioridad hasta que Isabella habia llegado al castillo de nuestra familia. Tampoco nunca habia llenado un block tan rapido: los dibujos anteriores los habia hecho todos a lo largo de cuatro dias, y si seguia en este camino, solo me tomaria uno o dos dias mas completarlo. Continue mi dibujo concentrado, enfocandome en mi mente y que el dibujo estuviera quedando exactamente como debia ser cuando senti el aroma de un vampiro llegando por el pasillo. Un vampiro que no conocia muy bien, pero si lo suficiente para reconocer su aroma.Edward Cullen, el prometido de Bella. Alguien que definitivamente queria fuera del camino. Levante la mirada con una aparente mirada pacifica cuando el entro a la sala . Sabia que me diria algo, mi cabeza no podia dejar de devolverme la imagen de Bella, y no era muy habil en cortar los hilos de mis pensamientos. Nunca habia tenido nada que ocultar,ni siquiera para alguien que pudiera escuchar los pensamientos de uno.

Lo segui con la mirada sin dejar de dibujar, alerta a sus movimientos. era natural en mi, siempre estaba atento a cada cosa que ocurria en mi interior, costumbre de mi oficio quizas,pero estaba relajado. No me alteraba su presencia, a pesar que no combinaba alli con mi escenario perfecto para disfrutar un espacio de la tarde en solitario arte. Entonces,cuando el hizo aquel comentario , no pude evitar reemplazar mi mirada pacifica por una mas divertida, y una sonrisa algo burlona . Desvie mi mirada de el regresandola a mi dibujo que iba avanzando lentamente,tomando mas forma- La verdad es que no. Aro no me da mas asuntos en que pensar- retorci mi sonrisa- no puedo no pensar en ella,cuando Bella es la que me inspira en mi arte. Hay algun problema con que ella , Cullen, sea mi musa?- pregunte sin borrar esa sonrisa molesta. Mis pensamientos sobre Bella se intensificaron, a proposito, solo para ver su reaccion. Debia admitir que provocar a Edward era bastante entretenido.